jueves, 27 de octubre de 2016

Moaxajas y jarchas.

La moaxaja  es un tipo de poema culto que tuvo su momento de esplendor en Al-Ándalus entre los siglos IX y XII. Está escrita en versos cortos, debido a influencias de la lírica popular. Los propios árabes se referían a veces a las moaxajas como “cancioncillas al estilo de los cristianos”. La puso de moda en la corte cordobesa el poeta Moccadan de Cabra.

El final de cada poema está rematado con una coplilla romance: la jarcha. Podríamos decir que el cuerpo de la moaxaja está en la lengua literaria del autor, pero toda la composición se concibe como presentación de estos versillos en romance (o en árabe vulgar) que le sirven de remate o terminación.

Mientras que las moaxajas eran composiciones destinadas a un protector (personaje con cierto poder), las jarchas están constituidas por lamentos del amor femenino, casi siempre causados por la ausencia del amado y a veces vertidos en presencia de una confidente como la madre o las hermanas. El amor es el pretexto y el tema de sentimientos expresados en forma directa, con profusión de interjecciones y preguntas que contribuyen a crear un clima apasionado.

A continuación un ejemplo, la primera estrofa corresponde a la moaxaja y la segunda a la jarcha traducida al español:

Sólo con los rubios
se deleitan mis ojos:
ramos son de plata
que echan hojas de oro.
¡Si besar pudiera
de esas perlas el chorro!...
Cuánta hermosa moza,
que de amor desatina
ve sus labios rojos,
que besar bien querría.
  
¡Madre, que amigo!
bajo su guedejuela* rubita,
el cuello blanco,
y la boquita coloradita.



*Guedeja: cabello suelto o mechón de pelo

No hay comentarios:

Publicar un comentario